Publicado el
Jun
19

¿Qué se siente ser un estudiante Ser Pilo Paga en El Bosque?

Los beneficiarios del Programa Ser Pilo Paga relatan su experiencia en la Universidad, una enseñanza para su vida profesional y personal.

Cuando llegaron los primeros beneficiarios del Programa Ser Pilo Paga a la Universidad El Bosque en el 2017, la mayoría menores de edad y de otras regiones de Colombia, se enfrentaron con el cambio cultural de la ciudad de Bogotá que traía consigo el uso del transporte público, la independencia de los padres y la distancia de su hogar.

Su desempeño académico pudo verse afectado por factores externos como le puede suceder a cualquier otro estudiante. Por eso, la Universidad El Bosque a través desde su política de Éxito Estudiantil y su compromiso con la calidad contempla estos riesgos y provee un abanico de estrategias para todos los estudiantes, poniendo a disposición para este grupo en particular un plan de permanencia que articula no solo incentivos de orden económico por mérito académico que sopesan algunas necesidades básicas, sino también el seguimiento desde el Programa de Apoyo al Estudiante (PAE), la orientación psicopedagógica y la asistencia permanente brindada por el servicio de psicología de Bienestar Universitario, lo que les permite afrontar y superar dificultades en aras de alcanzar su meta: formarse exitosamente en su camino profesional.

Como explica Carlos Gonzáles, estudiante de la Facultad de Ingeniería, “al ingresar al Bosque nos dieron charlas sobre la administración del dinero y del tiempo, herramientas de aprendizaje y demás aspectos útiles para el inicio de su vida universitaria que nos abrió las puertas a una panorámica más real sobre el proceso de formación en la Universidad”.

El plan de permanencia que han recibido durante su tiempo en El Bosque incluye acompañamiento, inducción específica, formación en finanzas personales, afrontamiento socioemocional, hábitos de estudio, manejo de horarios y acceso a las TIC, que contempla aspectos académicos, económicos, psicosociales e institucionales.

No siempre se obtienen las mejores calificaciones en todas las materias y cuando los ‘Pilos’ de la Universidad deben enfrentar esta situación usualmente aparece la frustración de no poder lograr lo que esperan. Para ellos, el hecho de que la Universidad demuestre su interés en cada uno de los estudiantes tanto a nivel académico como emocional es un factor fundamental que hace que se sientan en su segundo hogar. Como dice Carlos, “viéndolo desde cada uno de esos puntos, la Universidad El Bosque es lo mejor que pudo pasar”.

En la opinión de Brayan Gómez, estudiante de Ingeniería Electrónica, “El Bosque entiende que somos jóvenes, que tenemos familia, que sentimos y que mostramos acá la parte más humana de nosotros”. Por esto, el apoyo que han recibido se vuelve invaluable y se suma a la red de apoyo que surge entre jóvenes Ser Pilo Paga de la Universidad, demostrando su actitud solidaria y la permanente búsqueda por el bienestar de sus pares, sobre todo cuando aparecen factores de riesgo como la soledad, la depresión o la falta de conocimiento de la ciudad, que son determinantes en su condición de beneficiarios del Programa y en su éxito académico.

Esos son los retos que asumieron semestre a semestre los estudiantes del Programa durante el tiempo en el que se ha desarrollado en la Universidad. Al empezar la semana de inducción traían cierto miedo de sentir rechazo por haber sido becarios del Estado, pero luego se encontraron en un ambiente “diverso, acogedor y cálido” gracias a profesores y estudiantes, quienes se preocupan por la calidad de vida de sus alumnos y compañeros como parte de uno de los pilares de la Universidad El Bosque, cuyo modelo bio-psico-social y cultural impulsa a todos los miembros de la institución a articular sus acciones considerando las diferentes dimensiones y condiciones económicas, sociales, culturales y académicas de las personas que los rodean, en un espacio donde el título de ‘Pilo’ es algo que se defiende con buenas calificaciones, aquellas que les otorgan a estudiantes como Carlos y Brayan ese reconocimiento tan meritorio.