Publicado el:
Columna de Opinión

Universidades privadas y su aporte al capital social en Colombia

María-Clara-Rangel-Galvis
Autor:
María Clara Rangel Galvis
Rectora

Es importante reflexionar sobre el papel que las universidades privadas desempeñamos en el desarrollo de nuestro país. En un contexto marcado por la polarización social, la desigualdad y las tensiones políticas, las instituciones educativas tenemos la responsabilidad de ser motores de cambio social, inclusión y progreso. Y, en este escenario, las universidades privadas, como actores clave, no solo formamos profesionales competentes, sino que contribuimos de manera integral a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

En Colombia, un país con diversas problemáticas sociales, políticas y económicas, fortalecer el capital social es crucial para promover la paz, la equidad y la participación de todos los ciudadanos.

Las universidades privadas, al igual que las públicas, tenemos un papel fundamental en este proceso. Nuestro aporte no se limita a la formación académica, sino que va más allá, promoviendo la creación de redes de colaboración, el ejercicio de la ciudadanía y el respeto por la diversidad, que son algunos de los aspectos desde los cuales trabajamos a través del enfoque biopsicosocial. A través de programas de extensión, proyectos de responsabilidad social y una gestión orientada a la inclusión, creamos espacios de interacción que enriquecen el tejido social del país.

Uno de los principales desafíos que enfrenta Colombia es la desigualdad en el acceso a la educación superior. Desde las instituciones privadas, hemos trabajado en los últimos años para democratizar el acceso a la educación mediante becas, créditos y convenios con entidades gubernamentales, no gubernamentales y organizaciones internacionales. Esta inclusión de jóvenes de diferentes contextos económicos y sociales es una inversión en el capital social del país, ya que promueve la movilidad social y el empoderamiento de comunidades vulnerables.

Trabajamos en la implementación de programas que permiten el acceso a estudiantes de diferentes regiones del país y del mundo, estudiantes de último año de secundaria y adultos mayores, con el fin de fortalecer la equidad y la cohesión social.

Las universidades privadas también cumplimos un rol esencial a través de la investigación aplicada y la innovación. En Colombia, un país en el que enfrentamos desafíos como la violencia, la pobreza rural y las desigualdades regionales, la investigación universitaria debe orientarse hacia soluciones innovadoras concretas que beneficien a las comunidades y su calidad de vida. Con nuestra capacidad de articularnos y generar conocimiento en áreas como la salud, la educación, el medioambiente y la tecnología, aportamos valiosas herramientas para el desarrollo social.

El capital social también se construye con la formación de valores ciudadanos, como el respeto, la tolerancia, la empatía, la corresponsabilidad y la solidaridad. Como universidades privadas, tenemos el compromiso de formar no solo profesionales técnicamente competentes, sino también personas integrales y conscientes de su papel en la construcción de una mejor sociedad.

Los egresados de universidades como la nuestra no solo son profesionales capacitados, sino también líderes humanos, sensibles y comprometidos con la transformación de la realidad colombiana desde todos sus campos de acción.

En un contexto donde la cohesión social es un desafío constante, las universidades debemos seguir siendo agentes de transformación y construcción de un futuro más justo y equitativo. La sinergia entre instituciones educativas, Gobierno, empresas y sociedad civil es la clave para fortalecer el capital social y avanzar hacia un país más unido y próspero.

Las universidades privadas, como actores clave, no solo formamos profesionales competentes, sino que contribuimos de manera integral a la construcción de una sociedad más justa y equitativa