En este estudio se evaluó el efecto de un programa de hatha yoga en 20 hombres y 41 mujeres con promedio de edad de 76.9 años (DE = 11.7), con diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer (EA) que presentaban deterioro cognitivo global leve (36 %) y moderado (64 %). El diseño fue cuasi experimental de medidas repetidas (pre, post y seguimiento). Se utilizó la escala de Calidad de Vida para pacientes con Enfermedad de Alzheimer (ADRQL), el cuestionario de Calidad de Vida (CV), la escala de depresión geriátrica de Yesavage, el Minimental State Examination (MMSE), dos subpruebas de la escala de inteligencia para adultos del WAIS-III (retención de dígitos y claves), la prueba de trazado Trail Making Test (TMT-A), la prueba de Lawton y Brody, y la escala de Barthel (actividades básicas y funcionales).
El programa contó con 32 sesiones de hatha yoga de una hora, realizadas dos veces por semana. El análisis de datos se hizo con 35 pacientes que permanecieron hasta la fase de seguimiento. Como resultados se obtuvo que entre pre-tratamiento y pos-tratamiento las variables mostraron una tasa incremental de mejoramiento en calidad de vida y atención; pero dichas mejorías no se mantuvieron seis meses más tarde; el ANOVA de medidas repetidas no mostró cambios significativos en ninguna variable; y el análisis cualitativo de ocho grupos focales con pacientes y cuidadores dio cuenta de la percepción cambios positivos en los pacientes con respecto a su estado de ánimo, atención, memoria episódica y procedimental. Se necesitan más estudios con mayor número de pacientes y sesiones de yoga por semana, además de un grupo control, para mejorar la validez de los resultados.