Las estudiantes de Química Farmacéutica, Catherine Parra y Laura Ricaurte, de la Universidad El Bosque, llevaron a cabo una investigación sobre el uso de anticonceptivos y sus efectos en la población femenina de la universidad. La motivación principal detrás de este estudio fue la conciencia de los efectos secundarios que estos medicamentos tienen en la salud de las mujeres, así como la falta de adherencia al tratamiento anticonceptivo dentro de la población universitaria.
Laura Ricaurte explica que su interés en la farmacovigilancia, la detección de los efectos adversos de los medicamentos, las llevó a investigar este tema. Durante su tiempo en la universidad, hablando con compañeras y amigas, notaron que los efectos secundarios de los anticonceptivos estaban normalizados y que la adherencia al tratamiento era baja. Decidieron centrarse en las estudiantes de 18 a 25 años, ya que es en esta etapa cuando suelen iniciar su vida sexual y utilizar anticonceptivos hormonales.
Realizaron encuestas a 136 mujeres, preguntando si utilizaban anticonceptivos hormonales y cuáles eran los efectos adversos que experimentaban. Descubrieron que el método anticonceptivo más utilizado fue la píldora anticonceptiva, con un 60 % de las mujeres encuestadas, mientras que el parche anticonceptivo fue el menos utilizado. Además, encontraron que los cambios en el estado de ánimo y los dolores de cabeza fueron las reacciones adversas más comunes reportadas por las mujeres.
La investigación se adelantó con estudiantes de 18 a 25 años de la Universidad El Bosque. Foto: Pixabay
Para evaluar la adherencia al tratamiento, utilizaron el Test de Morisky Green Levine, que mide el cumplimiento del mismo. Este test consta de ocho preguntas relacionadas con el uso y olvido de la medicación. A través de este análisis, identificaron que las mujeres que utilizaban el implante subdérmico presentaban más cambios en su ciclo menstrual.
Laura Ricaurte resalta la importancia de la adherencia al tratamiento anticonceptivo para garantizar su eficacia. El incumplimiento puede disminuir la efectividad del método, aumentando el riesgo de embarazos no deseados. Por lo tanto, es fundamental que las mujeres conozcan los efectos adversos y mantengan una buena adherencia al tratamiento.
La importancia de la educación sexual integral en universidades
Sin embargo, el estudio reveló que existe un alto grado de desconocimiento en la comunidad universitaria sobre los anticonceptivos. A pesar de estar en un ambiente universitario y contar con carreras del área de la salud, se evidencia un bajo conocimiento sobre estos temas. Esto destaca la necesidad de implementar estrategias de comunicación y enseñanza sobre el uso adecuado de los anticonceptivos, la importancia de la adherencia y los posibles efectos adversos.
Catherine Parra sugiere que se implementen métodos de enseñanza en los últimos grados de colegio y universidad, así como canales de comunicación accesibles para difundir información sobre anticonceptivos. Además, es crucial que las mujeres realicen visitas periódicas al ginecólogo y consulten con profesionales de la salud para obtener información precisa y resolver dudas.
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Este estudio resalta la necesidad de promover una mayor conciencia y educación sexual en la comunidad universitaria, especialmente entre las mujeres jóvenes. Es fundamental proporcionarles información clara y precisa sobre los diferentes métodos anticonceptivos disponibles, sus beneficios y riesgos, así como la importancia de la adherencia para garantizar una protección efectiva contra el embarazo no deseado.
Además, se deben abordar los mitos y las ideas erróneas que rodean a los anticonceptivos, como la creencia de que afectan la fertilidad o causan daño a largo plazo. Es esencial desmitificar estos conceptos y brindar a las mujeres una comprensión adecuada de los anticonceptivos para que puedan tomar decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva.
Asimismo, es crucial promover un ambiente de apoyo y libre de estigma en relación con la sexualidad y el uso de anticonceptivos. Las mujeres deben sentirse cómodas al buscar información, acceder a métodos anticonceptivos y discutir cualquier inquietud o efecto secundario con los profesionales de la salud.
Es fundamental implementar programas de educación sexual en la s universidades. Foto: Pixabay
En conclusión, los resultados de esta investigación realizada por Catherine Parra y Laura Ricaurte evidencian una falta de conocimiento y baja adherencia al uso de anticonceptivos hormonales entre las estudiantes universitarias. Estos hallazgos destacan la importancia de abordar las brechas en la educación sexual y reproductiva, tanto en las instituciones de educación superior como en la sociedad en general. Es fundamental implementar programas de educación sexual basados en evidencia, que sean efectivos y contribuyan a aumentar la conciencia sobre los métodos anticonceptivos hormonales y su uso adecuado.
Asimismo, se destaca la necesidad de brindar un adecuado asesoramiento y apoyo a las estudiantes universitarias en relación a los anticonceptivos hormonales. La implementación de servicios de asesoramiento sobre la salud sexual y reproductiva en las universidades puede proporcionar a las estudiantes la orientación y los recursos necesarios para resolver sus dudas, seleccionar el método anticonceptivo más adecuado para ellas y superar las barreras que puedan enfrentar en su uso.
Adicionalmente, esta investigación pone de manifiesto la importancia de realizar investigaciones adicionales para comprender mejor los factores que influyen en la toma de decisiones sobre el uso de anticonceptivos entre las mujeres jóvenes. Se requiere un análisis más profundo de los aspectos socioeconómicos, culturales y de género que pueden influir en estas decisiones, así como de los posibles efectos adversos asociados a los métodos anticonceptivos. Estos hallazgos pueden servir de base para el diseño de políticas más específicas y efectivas, dirigidas a satisfacer las necesidades de las estudiantes universitarias en materia de anticoncepción y salud sexual y reproductiva.
En definitiva, es fundamental que tanto las autoridades de la salud como los responsables de las políticas públicas tomen en cuenta estos resultados y actúen en consecuencia para mejorar la educación sexual, implementar servicios de asesoramiento y promover investigaciones adicionales en este ámbito. Sólo de esta manera se podrá asegurar una atención integral y adecuada a las necesidades de las estudiantes universitarias, promoviendo su bienestar y empoderamiento en el ámbito de la salud sexual y reproductiva.