El nacimiento implica cambios fisiológicos y metabólicos que influyen en la adaptación del recién nacido a la vida extrauterina, por lo que los profesionales de enfermería están entrenados para intervenir a lo largo de dicho proceso atendiendo a las necesidades de cada paciente.
Un especialista en Enfermería Neonatal egresado de la Universidad El Bosque, se desempeña en escenarios comunitarios y clínicos en los diferentes niveles de complejidad de atención en salud, lidera y gestiona el cuidado neonatal, participa en el diseño e implementación de programas y proyectos de gestión y/o investigación en salud neonatal para contribuir a mejorar la calidad de vida del binomio madre- recién nacido y brinda cuidados de alta calidad al recién nacido, dando acompañamiento y empoderando a aquellos padres que se enfrentan a la hospitalización de su hijo en la unidad de cuidado neonatal.
La llegada del COVID-19 ha traído consigo cambios en la forma de proporcionar cuidado a los recién nacidos que se encuentran en los servicios de hospitalización o en unidades de cuidado crítico, intermedio o básico, estos cambios implican restricción en los horarios de visita, limitación en la presencia de los padres durante los procedimientos, comunicación con los profesionales a través de medios electrónicos, dificultades para procesos de entrenamiento y educación a los padres del recién nacido, limitaciones para la lactancia materna y barreras físicas para el establecimiento de la relación en el binomio madre-hijo.
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Una revisión sistemática de textos científicos, muestra las vías de transmisión más frecuentes del COVID-19 en recién nacidos, medios diagnósticos, síntomas y tratamiento, adicionalmente para el año 2019 reportan 13 casos de COVID-19 confirmados en recién nacidos en China, quienes presentaron síntomas dentro de las primeras 36 horas a los 17 días de vida. Los datos sobre la ruta de contaminación, susceptibilidad, hallazgos clínicos, patogénesis, tratamiento farmacológico y pronóstico de la enfermedad COVID-19 en niños son limitados. El niño puede adquirir el virus a través del contacto directo, así como a través de gotitas, aerosoles o incluso vía fecal-oral. El diagnóstico definitivo puede realizarse mediante un historial de contacto con un caso comprobado, fiebre, neumonía y trastorno gastrointestinal y una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) de hisopos nasofaríngeos.
Conocer las cifras y causas de mortalidad neonatal en tiempos de pandemia, permite implementar estrategias utilizando diferentes herramientas digitales, educativas y prácticas con las que los padres adquieran conocimientos en temas de cuidado y a su vez contribuyen en la prevención del COVID-19, estas son:
- Medidas de bioseguridad para evitar el contagio del recién nacido con el virus, tales como lavado de manos, uso de mascarilla naso bucal durante la lactancia materna y prevención de contacto estrecho con el neonato.
- Identificación oportuna de signos de alarma no sólo para COVID-19, sino también para las diferentes patologías que pueden llegar a afectar al paciente en sus primeros 28 días vida, permitiendo una consulta oportuna, diagnóstico temprano y prevención de complicaciones.
- Cuidados generales del recién nacido en casa y técnica adecuada para la lactancia materna.
Sumado a lo anterior, es fundamental el rol de los enfermer@s en la creación constante y actualizada de lineamientos y protocolos que den pautas de acción para la adecuada dinámica y funcionamiento de los servicios que brindan atención a los recién nacidos, en cuanto a las intervenciones, líneas de acción y organización interna del servicio gestionando el talento humano y los recursos; garantizando entornos amigables, saludables y que cumplan con las condiciones necesarias para mitigar el contagio no solo por COVID-19, sino también por diferentes agentes patógenos nosocomiales.
En este momento, la mayoría de los padres se enfrentan a esta nueva etapa sin contar con los conocimientos necesarios para responder a las necesidades de su hijo, y a esta situación se suma la pandemia, trayendo consigo factores como la limitación en las visitas y por lo tanto, limitación en el contacto con los neonatos; es ahí donde el profesional de enfermería debe realizar intervenciones claras y efectivas que garanticen que los padres y/o cuidadores de los recién nacidos puedan entender el proceso por el que están pasando, haciendo énfasis en la educación para resolver dudas y a su vez generar nuevos conocimientos en las prácticas que serán fundamentales para el cuidado del recién nacido en casa.
Por: Diana Milena Ruíz Salazar y Paula Alejandra Fonseca Monroy, Candidatas a especialista en Enfermería Neonatal de la Universidad El Bosque; Alexander Casallas Vega, profesor de la Universidad El Bosque.