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Colombia presenta un bajo índice de partos humanizados

El estudio se realizó con 2.334 mujeres, en siete ciudades del país, donde también se evaluaron factores asociados con el índice de partos respetados.
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La investigación liderada por la Facultad de Medicina de la Universidad El Bosque, la Universidad Industrial de Santander, la Universidad de Nariño, la Universidad Católica de Manizales, la Universidad del Atlántico y la Pontificia Universidad Javeriana en Cali, y financiada por Minciencias, revela que el porcentaje de mujeres que reciben una atención humanizada del parto en Colombia es baja. Durante el año 2018, la investigación se enfocó en estimar la prevalencia y factores asociados al parto humanizado en siete ciudades del país: Bogotá, Bucaramanga, Barranquilla, Cali, Manizales, Medellín y Pasto.

El estudio se basó en la definición de parto humanizado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que promueve la atención obstétrica bajo el respeto y la dignidad a la condición humana, sin violencias, ni discriminaciones, permitiendo el acompañamiento de una persona cercana a la mujer durante el parto y en un ambiente de respeto e intimidad, sin intervenciones innecesarias y facilitando el contacto piel a piel con el bebé desde su primera hora de vida, para fomentar la lactancia materna, entre otras prácticas.

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Las ciudades con las prevalencias más altas de partos humanizados fueron Cali y Medellín. Foto. Pexels.

Los resultados del estudio indican que la prevalencia de puntaje "alto de parto humanizado", es decir, un trato respetuoso, digno y seguro durante su parto, para la muestra total de mujeres con parto vaginal incluidas (2.334) fue del 29.3 %, lo que significa que un tercio de las mujeres evaluadas tuvieron una experiencia de parto positiva y satisfactoria según los criterios del estudio.

Además, se observó una variación significativa en la prevalencia de parto humanizado entre las diferentes ciudades incluidas en el estudio. Las ciudades con las prevalencias más altas fueron Cali y Medellín, lo que significa que una mayor proporción de mujeres en estas zonas del país experimentaron un parto humanizado. Mientras que las ciudades con las prevalencias más bajas fueron Bogotá y Bucaramanga, lo que indica que una menor proporción de mujeres en estas ciudades tuvieron una experiencia de parto respetuosa y satisfactoria.

El estudio también encontró que factores como el tipo de afiliación al régimen de aseguramiento en salud, los problemas de salud en el embarazo, la asistencia al curso de preparación de la maternidad, el sexo del profesional que atendió el parto y si fue un médico especialista en ginecología, se asociaron con puntajes altos de parto humanizado.

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Factores como el tipo de afiliación al régimen de aseguramiento en salud se asociaron con puntajes altos de parto humanizado. Foto: Pexels.

A pesar de los lineamientos que visibilizan la necesidad de promover el parto humanizado en Colombia y la reciente "Ley de parto digno, respetado y humanizado" (Ley 2244 de 2022), se requieren más esfuerzos para mejorar la atención materna y promover prácticas más humanizadas en este ámbito. El estudio sugiere la necesidad de revisar y ajustar la calidad de la atención materna para mejorar la empatía, la motivación y la comunicación entre el equipo de salud con las mujeres y sus familias durante la atención materna.

Pese a que el estudio tiene algunas limitaciones, como la escasez de información en cuanto a los partos en las áreas rurales, la docente de la Facultad de Medicina e investigadora del proyecto, Dra. Bibiana Pérez Hernández, señala que los resultados pueden ser útiles para las instituciones de salud y los responsables de políticas públicas en Colombia, en su trabajo para mejorar la atención obstétrica y promover prácticas más humanizadas en este ámbito.

La Dra. Pérez sugiere que avanzar en el mejoramiento de la atención a las maternas implica crear una cultura de responsabilidad por parte de los proveedores para garantizar una atención materna en el marco de los derechos y basada en las necesidades de las mujeres. En este sentido, futuras investigaciones podrían abordar la atención del parto humanizado desde el análisis de las desigualdades sociales en salud.