El trabajo remoto, modalidad que tomó fuerza debido a la pandemia, ha modificado de manera significativa nuestras vidas laborales y personales. En este contexto, las emociones desagradables como la ansiedad, tristeza y depresión han tomado protagonismo, según nos comparte Andrea Niño, profesora de la Facultad de Psicología y miembro del Consultorio de Psicología de la Universidad El Bosque.
“Si bien los estudios preliminares apuntan a ciertos desequilibrios causados por el teletrabajo, también es innegable que esta modalidad ha revelado valiosas oportunidades y nuevas formas de colaboración en el ámbito laboral”, señala. El traslado de la oficina al hogar ha complicado el manejo de los diferentes roles de vida, creando un escenario complejo que requiere una atención especial en la gestión de las emociones y del espacio laboral.
La psicóloga enfatiza la importancia del ambiente de trabajo en casa para la gestión emocional y la productividad. “La configuración y organización del espacio de trabajo es fundamental. Tener un espacio exclusivo, con adecuada ventilación e iluminación, minimiza la tensión emocional”, nos explica. Estas condiciones, sumadas a una silla confortable y un entorno libre de distractores, contribuyen significativamente al bienestar y eficiencia del trabajador remoto.
Las emociones desagradables como la ansiedad, tristeza y depresión han tomado protagonismo. Foto: Pexels
Sin embargo, no todos los problemas del teletrabajo pueden resolverse con un espacio optimizado. La experta comenta acerca de pacientes que han experimentado un deterioro en sus habilidades interpersonales debido a la falta de interacción presencial, lo cual, a su vez, ha desencadenado conflictos laborales y malestar general.
“Uno de mis pacientes me dijo recientemente: ‘el no interactuar con mis compañeros me tiene mal, ya no sé cómo comunicarme con ellos y eso me ha traído muchos problemas’”, comparte la docente. Este testimonio refleja las dificultades que muchos están experimentando en este nuevo entorno de trabajo, donde las relaciones interpersonales pueden verse afectadas, y el apoyo y la comunicación constante se vuelven más cruciales que nunca.
De igual manera, la especialista resalta que un espacio de trabajo en casa bien organizado y estructurado no sólo favorece la productividad, sino también la gestión emocional. “Una jornada laboral claramente definida, con tareas y responsabilidades bien planificadas, disminuye la tensión y aumenta la sensación de control y satisfacción en el trabajo”, añade.
La docente ofrece, además, recomendaciones prácticas para quienes se encuentran en modalidad de teletrabajo. Sugerencias tales como crear un espacio exclusivo para trabajar, elegir adecuadamente los muebles de oficina, mantener un ambiente iluminado y decorado con elementos que generen felicidad, así como mantener la organización, son esenciales para un ambiente de trabajo saludable y productivo en el hogar.
Muchos trabajadores remotos comparten su espacio con familiares, niños, y mascotas. Foto:Pexels
Este enfoque, que combina aspectos emocionales y físicos del entorno laboral, busca proporcionar a los trabajadores las herramientas necesarias para enfrentar los retos que presenta el trabajo remoto. Con estas estrategias, es posible minimizar el estrés, mejorar la productividad y, en última instancia, lograr un equilibrio más saludable entre la vida laboral y personal en estos tiempos sin precedentes.
Por supuesto, la gestión emocional en el trabajo remoto es un tema amplio y multifacético que no se puede cubrir completamente en un solo artículo. Sin embargo, las observaciones y recomendaciones de la profesora ofrecen un punto de partida valioso para aquellos que buscan navegar con éxito por el complicado paisaje del trabajo remoto, y sentar las bases para una vida laboral remota más feliz y saludable.
Adicionalmente, subraya la importancia de establecer límites claros y efectivos entre las responsabilidades laborales y personales. “Es imprescindible definir horarios y agenda, evitando generar solicitudes fuera del horario laboral”, aconseja la experta. En un entorno donde las presiones laborales pueden invadir fácilmente el espacio personal, estas medidas ayudan a preservar un sentido de equilibrio y control.
La profesora también destaca la necesidad de establecer pausas activas y momentos de descanso, esenciales para mantener la salud mental y física de los trabajadores remotos. “Se recomienda, tras cada 1.5 horas de trabajo continuo, realizar una actividad de 5 a 10 minutos que permita cambiar de postura y realizar una pausa mental y física”, indica.
Tener un espacio exclusivo, con adecuada ventilación e iluminación, minimiza la tensión emocional. Foto: Pexels
Otro aspecto crucial en este escenario de teletrabajo es el liderazgo y el apoyo organizacional. “El líder marca la pauta: el trabajo remoto es una oportunidad para generar autonomía y un nuevo reto para los líderes”, expresa Andrea Niño. Según la especialista, el liderazgo en la era del teletrabajo no solo se trata de cantidad de interacciones, sino también de la calidad de las conversaciones y la creación de un ambiente de confianza y apoyo.
Estas interacciones positivas fortalecen la autonomía y el cumplimiento de metas, proporcionando a los trabajadores remotos un sentido de dirección y propósito. “Planear espacios semanales con el trabajador remoto a través de chats, videoconferencias o llamadas es vital para mantener una comunicación clara”, agrega.
Además, hace un llamado a la comprensión y flexibilidad, especialmente considerando que muchos trabajadores remotos comparten su espacio con familiares, niños, y mascotas, cuyas necesidades e interrupciones son naturales y deben ser manejadas con empatía y comprensión.
El teletrabajo ha llevado a muchos a experimentar sentimientos de soledad y miedo, así como irritabilidad y pensamientos negativos. La docente sugiere brindar apoyo psicológico y emocional a los colaboradores que presenten signos de desgaste emocional, promoviendo un compromiso laboral y personal sólido.
Finalmente, recuerda la importancia de promover tiempos de descanso y desconexión. “Implementar y ejecutar programas que atiendan los riesgos psicosociales en las organizaciones es fundamental”, concluye, subrayando la necesidad de crear estrategias integrales que apoyen a los trabajadores en estos tiempos desafiantes, permitiendo no solo sobrevivir, sino prosperar en el entorno de teletrabajo actual.