La Alcaldía Mayor de Bogotá, la Secretaría de Educación y el IDEP nombró ganadora a la docente Tadiana Escorcia del Premio a la Investigación e Innovación Educativa por su proyecto desarrollado en el 2017, posicionado entre las cinco mejores investigaciones de la ciudad alrededor del campo académico.
Su investigación, denominada Del revés al encuentro: el saber ancestral en diálogo con la educación inicial, contempla las necesidades de los niños víctimas del desplazamiento forzado que al llegar a Bogotá encuentran resistencia a su cultura y son desconocidos, etiquetados o vulnerados en su entorno académico.
Muchos de los niños de herencia afro, campesina e indígena tienden a ocultar su origen, pues sus familias, que sufrieron las circunstancias del desplazamiento, sienten un desarraigo cultural y no hallan métodos para transmitir su cultura a sus hijos. Por eso, la metodología antropológica de la investigación de la profesora Tadiana permitió que la misma comunidad investigara y encontrara sus saberes ancestrales, permitiendo que los padres reconstruyeran una memoria comunitaria desde los recuerdos de su infancia.
Así, la riqueza que existe detrás del lenguaje, la gastronomía, el vestido y los métodos de aprendizaje desde los quehaceres del campo, se convirtieron en un diálogo entre la escuela y las familias, un aspecto que benefició el lineamiento curricular de aprendizaje con primera infancia y potenció el desarrollo cognitivo y facilitó la apropiación cultural de cada niño.
De esta forma, maestros y estudiantes empezaron a dejar atrás los estigmas que se estaban generando en el entorno académico y fortalecieron desde las aulas los saberes ancestrales. Hoy en día, padres de familia enseñan a estudiantes y profesores conocimientos relacionados con su cultura en el proyecto que hizo parte de la convocatoria de la Alcaldía Mayor de Bogotá y el IDEP, donde quedó como finalista y cuyos resultados fueron publicados en el libro Premio a la Investigación e Innovación 2017, lanzado en FILBO el pasado 2 de mayo de 2018.
Esta docente de El Bosque espera que su investigación “trascienda a otros escenarios formativos a favor de la gestión de paz, como la Universidad, donde estudiantes y futuros profesionales se conecten con otras investigaciones y permitan el ingreso de otras culturas tanto nacionales como internacionales en el espacio educativo”.