Publicado el
Feb
15

Nos despedimos de El Rancho, origen e insignia de nuestro Bosque

Uno de los símbolos históricos de la Universidad El Bosque termina su ciclo para contribuir al desarrollo sostenible de la capital colombiana.
Despedida - Rancho

Pensar en El Rancho es hacer alusión a nuestros orígenes e historia como Institución y para hablar de sus inicios debemos remontarnos a finales de los años 70, época en la que se sembraron las semillas de lo que hoy conocemos como El Bosque.

El sueño que imaginaron 24 jóvenes médicos necesitaba de un espacio físico para poder materializarse. Es así como en 1977, los miembros fundadores compraron una propiedad, usada como clínica de salud mental, a una congregación de Hermanas de La Presentación a las afueras de Bogotá, en Usaquén. En aquella época no existían muchas de las vías actuales, todo era una gran planicie llena de vegetación.

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La clínica de salud mental pasó a convertirse en lo que conocimos como Clínica El Bosque, y en el terreno actual de la Universidad, llamado en ese entonces ‘El Campito de San José’, se encontraba una casa con techo de paja llamada ‘El Rancho’, y la cual, durante muchos años como comunidad, adoptamos bajo ese mismo nombre.

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Aquella casa de estilo suizo, construida por el arquitecto Víctor Schmid, sería el recinto que daría vida a la Escuela Colombiana de Medicina – hoy Universidad El Bosque, destinándose como sede administrativa y donde se ofrecieron las primeras clases de Medicina.

El Rancho fue testigo del paso del tiempo y con él, de nuestro crecimiento. Vanguardista, sostenible e innovadora, El Bosque entendió y respondió a los retos de la sociedad moderna. Remodelado en varias oportunidades, El Rancho pudo presenciar la creación del Edificio Fundadores, la construcción de la Clínica Los Cobos, la puesta en marcha de nuestro HUB iEX, la evolución de nuestros laboratorios, consultorios, aulas de clase y cada rincón de nuestra Institución.

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Durante cerca de 45 años de funcionamiento, fueron muchas las historias compartidas, las experiencias vividas, los recuerdos que se quedan en la memoria de nuestra comunidad educativa, gestadas en este emblemático lugar. Encuentros académicos, decisiones tomadas, clases impartidas, música que deleitaba nuestros oídos; cuánto conocimiento, amistades, proyectos de vida se crearon allí.

Hoy, un miembro de la familia El Bosque se despide, pero a cambio, y como parte de nuestro compromiso con el progreso y calidad de vida de la sociedad, entregamos a la ciudad uno de nuestros espacios más representativos para aportar al desarrollo urbanístico y ambiental del norte de Bogotá.

Con El Rancho, hemos cedido más de 5200 metros cuadrados de nuestros terrenos que se convertirán en un escenario verde de la capital. Allí, la ciudadanía podrá disfrutar de paisajes urbanos de conservación, senderos peatonales, vías vehiculares y ciclorrutas, adornados por naturaleza, destacándose en ella cientos de árboles sembrados por nuestra comunidad a través de los años.  Con esto, El Bosque contribuirá, igualmente, al cumplimiento de los objetivos del Plan de Ordenamiento Territorial – POT “El Renacer de Bogotá 2022-2035”, que le permitirá a la ciudad su reactivación, reverdecimiento y recuperación.

Indudablemente, El Rancho hará parte de nuestra memoria colectiva como uno de los símbolos más sobresalientes de nuestra Institución. Será, además, el protagonista de un importante ciclo con el que entregamos un fragmento de nuestra cultura, nuestra esencia y lo que nos define como Universidad. Cedemos una parte de nuestro Bosque para aportar al desarrollo sostenible de nuestra ciudad.