Con acusaciones de influencia china y cuestionamientos diplomáticos, el discurso de Trump reaviva tensiones sobre el futuro del Canal de Panamá.
El Canal de Panamá, una arteria vital del comercio global y símbolo de soberanía panameña, ha vuelto al centro de la polémica internacional tras las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump. Durante su discurso inaugural de su segundo mandato, Trump calificó la transferencia del canal en 1999 como un “regalo imprudente” y sugirió que Estados Unidos podría “recuperarlo”. Estas afirmaciones, que han generado preocupación en la región y en el ámbito global, reabren debates sobre soberanía, geopolítica y el papel de las normas internacionales en un sistema internacional cada vez más fragmentado.
Sin embargo, cualquier intento de Trump por reclamar el canal carece de sustento legal. Los Tratados Torrijos-Carter, firmados en 1977, estipulan que la administración del canal fue transferida de manera definitiva a Panamá el 31 de diciembre de 1999, limitando el derecho de intervención de Estados Unidos únicamente a garantizar la neutralidad del canal en caso de conflicto armado.
