Las elecciones éticas, independientemente de su magnitud, nos confrontan todos los días en la prestación de atención médica a personas con valores diversos que viven en una sociedad pluralista y multicultural y entre tanta diversidad, las pautas personales deberían ser aceptables más allá de creencias religiosa, políticas o culturales. Para ello, las variables que se presentan en el contexto clínico están siempre acompañas de los principios de la bioética.
Estos no son considerados absolutos, pero sí son una fuente de guía en la acción donde prima el respeto a la persona, a la justicia, a las decisiones éticas en medicina y en situaciones clínicas generales o en casos únicos donde los deberes morales priman sobre la situación.
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Conozcamos entonces los principios de la bioética y su relevancia en la práctica científica y médica:
Respeto por la autonomía
De acuerdo con el Departamento de Bioética y Humanidades de la Universidad de Washington (2018), cualquier noción de toma de decisiones morales asume que los agentes racionales están involucrados en la toma de decisiones informadas y voluntarias.
“En las decisiones de atención de la salud, nuestro respeto por la autonomía del paciente implicaría, en el lenguaje común, que el paciente tiene la capacidad de actuar intencionalmente, con comprensión y sin influencias controladoras que atenúen un acto libre y voluntario. Este principio es la base para la práctica del "consentimiento informado" en la transacción médico/paciente en relación con la atención de la salud”.
No maleficencia o no hacer daño
Este es uno de los principios de la bioética que puede parecer obvio, pero es necesario. Requiere que un procedimiento no perjudique al paciente involucrado ni a otros en la sociedad.
Por ejemplo, los especialistas en infertilidad operan bajo la suposición de que no están haciendo daño o al menos minimizando el daño al buscar el bien mayor. Sin embargo, porque las tecnologías de reproducción asistida tienen tasas de éxito limitadas, resultados generales inciertos, el estado emocional del paciente puede verse afectado negativamente. En algunos casos, es difícil para los médicos aplicar con éxito el principio de no hacer daño.
Este principio prevalece sobre el principio de la beneficencia (que leerás a continuación) porque incluso si se trata de salvar una vida, no puedes hacer daño a otra para conseguirlo.
Beneficencia
Tal y como lo explica la Revista Colombiana de Bioética, este principio “es la adjudicación de beneficios, el análisis, perjuicio, beneficio y costo beneficio. No causar daño es insuficiente. La beneficencia impele a contribuir con el bienestar y ayudar a las personas de manera activa”.
“La beneficencia puede ser positiva y útil: la beneficencia positiva protege, defiende los derechos de otros, previene el daño y contribuye, mediante actos positivos, al bien y a la realización de los demás, sin confundirlo con el paternalismo médico que atenta contra el principio de respeto a la autonomía. La utilidad equilibra beneficios e inconvenientes, beneficios, riesgos y costos” (Molina, 2013).
Justicia
El último de los cuatro principios de la bioética está relacionado con la idea de que las cargas y los beneficios de los tratamientos nuevos o experimentales deben distribuirse por igual entre todos los grupos de la sociedad.
Requiere que los procedimientos respeten el espíritu de las leyes existentes y sean justos para todos los actores involucrados. El proveedor de atención médica debe considerar cuatro áreas principales al evaluar la justicia: distribución justa de recursos escasos, necesidades, derechos y obligaciones contrapuestos, y conflictos potenciales con la legislación establecida.
En este sentido, las tecnologías reproductivas crean dilemas éticos porque el tratamiento no está disponible por igual para todas las personas y en muchos países tienen limitaciones que obligan a los ciudadanos a buscar alternativas en otras naciones.
Las discusiones que suscitan los principios de la bioética han generado innovaciones, avances y soluciones para la sociedad colombiana y del mundo. Si te interesa conocer a profundidad sobre los mismos, le invitamos a leer nuestro articulo.
Los cuatro principios de la bioética fueron propuestos por Tom Beauchamp y James Childress, cuyo aporte se ha convertido en los pilares de la bioética en la práctica asistencial y médica.
Los expertos en bioética se ocupan de las cuestiones éticas que surgen en las relaciones entre las ciencias de la vida, la biotecnología, la medicina, la política, el derecho y la filosofía. También incluyen el estudio de las cuestiones de valores más comunes ("la ética de lo ordinario") que surgen en la atención primaria y otras ramas de la medicina y las nuevas capacidades que los avances están brindado a nuestra humanidad.
Sin embargo, estas mismas innovaciones también tienen el potencial de causar daños o plantear otro tipo de cuestiones éticas sobre su uso adecuado.
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