La tendencia del uso de pruebas genéticas dirigidas al consumidor ha aumentado a nivel mundial, en un fenómeno que demuestra una fiebre por acceder a análisis de ADN disponibles para la comunidad general sin la mediación de un proveedor de servicios de salud.
Estas pruebas pueden tener una indicación médica, como el tamizaje de portadores para condiciones genéticas, o pueden ser no-médicas como las pruebas de ancestría o estilo de vida que están en furor, por lo que su regulación en esta industria es poca y en Colombia es nula.
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Por esta razón, el objetivo de la Jornada es mostrar las diferentes opciones de pruebas genéticas disponibles en el mercado, analizar la situación del sistema de salud colombiano y la superintendencia de industria y comercio en relación con el uso de estas pruebas y promover la generación de un consenso para los lineamientos del uso de las mismas.
El interés por parte de la población general, ejemplificado en kits como AncestryDNA, uno de los productos más vendidos en los últimos dos años, conlleva a un dilema ético tras la controversia sobre algunos aspectos como la posibilidad de daño psicológico, la ausencia de consejería profesional, las medidas de protección de los datos y dudas sobre la validez y utilidad clínica de estos resultados.
La disminución del precio de estas pruebas facilita su acceso a un mayor número de personas, por lo que abrir la discusión entre los diferentes actores del sistema de salud sobre las ventajas, desventajas y barreras del uso de pruebas genéticas dirigidas al consumidor es un tema coyuntural en el contexto colombiano y así tratar de responder la pregunta: ¿Estamos preparados?