Las mujeres son las personas que más violencia sufren de acuerdo con los indicadores del Observatorio Colombiano de las Mujeres y la Fiscalía General de la Nación. Lamentablemente, las medidas de cuarentena y aislamiento obligatorio decretadas por el Gobierno Nacional para detener el contagio del Covid-19 y mitigar los efectos de la pandemia, han significado para miles de familias convivir más tiempo con sus agresores.
Aunque las autoridades han tomado medidas excepcionales para atender las denuncias, es importante recordar el papel de la Universidad y sus canales de atención a esta problemática; como comunidad universitaria debemos brindar información valiosa y actualizada en caso de vivir o conocer sobre este tipo de hechos que afectan significativamente el tejido social.
Mientras en el año 2019 se reportaron 530 llamadas a la Línea Púrpura de la Secretaría de la Mujer de Bogotá, entre el 20 y el 30 de marzo, para el mismo periodo del año 2020, se reportaron 1.011, es decir, se registró un aumento del 91% según la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. Estas cifras demuestran dos cosas: uno, el aumento de los casos de violencia intrafamiliar en contextos de cuarentena y la “obligación” de convivir con los agresores. Y dos, el aumento de las denuncias.
No obstante, aunque es preocupante el aumento de la violencia intrafamiliar, es alentador que quienes sufren estos flagelos tomen la decisión de denunciar e iniciar las acciones legales correspondientes. Si bien en todas las familias existen situaciones complejas y difíciles en el marco de las relaciones humanas, y la Constitución Colombiana establece el respeto recíproco entre todos los integrantes de la familia, hay situaciones conflictivas que traspasan la capacidad de solución en el ambiente de la intimidad familiar. El maltrato, el abuso y la violencia son hechos graves que se deben atender de manera inmediata.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) establece que “la violencia intrafamiliar es toda acción u omisión protagonizada por uno o varios miembros de la familia, a otros parientes infringiendo daño físico, psicoemocional, sexual, económico o social, cuyo despliegue tiene por epicentro la familia y afecta a sus miembros, según las diversas tipologías de grupos familiares existentes en la sociedad”. Dentro de la violencia intrafamiliar pueden existir casos de acoso y abuso sexual, violencia de género, violencia doméstica, violencia contra niños, niñas y adolescentes, y violencia contra personas mayores. Por tanto, el maltrato puede ser físico, psicológico, sexual o económico.
Si usted, uno de sus familiares o alguien cercano sufre de violencia intrafamiliar, puede comunicarse al número telefónico 6489000 extensión 1585 del Consultorio Jurídico de la Universidad El Bosque en la ciudad de Bogotá, D.C., y además con la línea 155 de la Policía Nacional para recibir orientación psicológica y jurídica. También puede acudir a la Comisaría de Familia más cercana, a las salas de recepción de denuncias de la Fiscalía – línea 122- , a los Centro de Atención Penal Integral y Juzgados de Familia, Civiles Municipales o Promiscuo Municipales. En caso de existir algún daño físico es importante acudir primero al centro de salud más cercano, EPS o IPS para que reciba atención de urgencia. Si un niño es quien está siendo objeto de violencia por parte de algún miembro de la familia, se debe denunciar esta situación al ICBF y a la línea gratuita 141.
Al mismo tiempo, se debe denunciar al agresor para iniciar las acciones legales pertinentes en su contra, evitando así que reincida en hechos violentos, repare a quien ha sido víctima y se restablezca el daño infringido a esa persona, a la familia y a toda la sociedad. En el Consultorio Jurídico de la Universidad El Bosque, con los profesionales y estudiantes practicantes en Derecho Penal y de Familia, se brinda orientación y asesoría jurídica para conocer los canales y procedimientos idóneos para este tipo de actuaciones.
Las familias, desde sus diferentes conformaciones y tipologías, son el núcleo y corazón de la sociedad. Las graves consecuencias de la violencia intrafamiliar, que impactan tanto a los individuos como a sus allegados, rompen las bases del tejido social, fracturan e interrumpen los planes de vida y los lazos sociales. La violencia intrafamiliar genera un trauma social desgarrador que exige una intervención política, social e interinstitucional, oportuna y eficaz, para prevenirla y enfrentarla.
Por: Hernando Carlos Vélez Sánchez, Profesor en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas en la Cátedra de Derecho Probatorio y Asesor del Área de Derecho de Familia en el Consultorio Jurídico de la Universidad El Bosque.
