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Mar
16
Filosofía

¿Por qué la reputación social es un aspecto central para comportamientos honestos y prosociales?

En la promoción del comportamiento prosocial y la honestidad parece ser más importante el efecto de la reputación que el de la vigilancia.
Filosofia

El investigador y profesor Camilo Andrés Ordóñez Pinilla, del grupo ANALIMA del Programa de Filosofía de la Universidad El Bosque y candidato a doctor en Psicología de  la Universidad de los Andes, presentó junto el investigador y profesor William Jiménez Leal (Universidad de los Andes), en la 30ª conferencia internacional anual de la APPE (Association for Practical and Professional Ethics),  los avances de la investigación realizada sobre cómo la reputación social es determinante para comportamientos honestos y prosociales.

En la presentación del pasado 27 de febrero denominada "Social Reputation Beyond External Vigilance for Fostering Honesty and Prosociality", los investigadores analizaron la idea, que para algunas personas parece ser intuitiva, de que la vigilancia es una de las mejores estrategias, tanto para hacer que las personas cumplan las normas, como para promover el comportamiento prosocial y la honestidad.

Examinando estudios experimentales sobre el efecto de la vigilancia externa sobre el comportamiento prosocial, los profesores Ordóñez y Jiménez encontraron, que la evidencia de tal efecto es inconsistente: algunos estudios reportan que el hecho de que las personas estén siendo vigiladas por un tercero se asocia a mayores tasas de comportamiento prosocial y honestidad, mientras otros estudios no logran replicar ese resultado; igualmente, se percataron de que aun cuando se encuentra un efecto de la vigilancia externa sobre el comportamiento prosocial y la honestidad, tal efecto desaparece cuando es controlado por variables de personalidad (v.g. mayores actitudes prosociales de base)  o, de una manera más contundente, por variables asociadas a la importancia que se le da a la reputación social.

En ese sentido, los profesores Ordóñez y Jiménez proponen que en la promoción del comportamiento prosocial y la honestidad parece ser más importante el efecto de la reputación que el de la vigilancia, que termina siendo un proceso que solo de una manera accidental se vinculan a este tipo de comportamientos.

Tener una buena reputación es capital para la promoción de comportamientos prosociales.

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Sin embargo, la reputación parece tener una condición estructural que parece ser esencial. En su presentación, los profesores Ordóñez y Jiménez proponen que la reputación requiere de un grupo social fuerte y funcional: solo en un grupo social en el que las personas ven a los demás como iguales, se preocupan por lo que tales iguales piensan de ellos y están motivados a maximizar las interacciones con ellos y ellas, la reputación podría funcionar como un mecanismo para promover la prosocialidad y la honestidad.

Por eso, como propuesta final, los profesores Ordóñez y Jiménez indican que las sociedades contemporáneas podrían encontrar una mayor utilidad en desarrollar este tipo de grupos sociales donde la reputación puede ser un mecanismo funcional, que en invertir en desarrollar sistemas cada vez mejores de vigilancia. 

La APPE es una organización internacional y multidisciplinaria que busca el avance de la ética práctica y profesional en sus dimensiones académicas, educativas y en la práctica profesional. APPE reúne a más de 70 instituciones universitarias de Estados Unidos y Asia.