Técnicas de estudio

Empezar una carrera universitaria es una etapa emocionante, pero también exigente. La carga de responsabilidades aumenta considerablemente, en comparación con la fase escolar. Si eres estudiante puedes llegar a sentirte abrumado, porque el tiempo que tienes diariamente te parece insuficiente para cumplir con todos tus compromisos académicos. No obstante, la clave para destacar en el pregrado no es estudiar más horas sino hacerlo de forma estratégica.  

Adoptar métodos de estudio eficaces es la solución para optimizar el tiempo que tenemos disponible y, de paso, una forma de prepararnos ante un posgrado o trabajo altamente demandante. Por eso, en esta ocasión te compartiremos 7 técnicas de estudio más recomendadas de aprendizaje activo, con las cuales podrás alcanzar el éxito académico sin caer en el agotamiento. 

¿Cuáles son las 7 técnicas de estudio más recomendadas?

Estas técnicas de estudio aplican la concentración, la memorización efectiva y la autogestión de grandes volúmenes de información. Construir estas tres habilidades te permitirán, como estudiante universitario, desde mejorar la memoria a largo plazo hasta completar el proceso de aprendizaje.

Técnica Pomodoro

La técnica de estudio de pomodoro, consiste en dirigir la atención a una tarea específica por rangos de 25 minutos, alternados con pausas de 5 minutos hasta completarla satisfactoriamente. Es ideal para sesiones de lectura extensas o resolución de problemas complejos, maximizando la concentración mientras reduce las interrupciones y el cansancio mental. 

Mapas mentales

Los diagramas visuales, son una técnica de estudio donde es posible organizar las ideas alrededor de un concepto central. Este tipo de métodos se usan para rescatar lo más importante de cada capítulo de un libro, plantear la estructura de un ensayo o conectar los componentes de un tema esencial en una asignatura. Una forma muy completa de organizar grandes cantidades de información, sin perder nada de vista.  

Autoevaluación

En lugar de leer una y otra vez los apuntes hasta memorizarlos, es mucho más efectivo poner a prueba los conocimientos adquiridos durante el semestre. Para esto, hay que dejar de lado el cuaderno e intentar escribir en una hoja todo lo que se recuerde de un tema. Es una manera de estimular la actividad cerebral, manteniendo aquellos temas que impactaron tanto que se convirtieron en un aprendizaje.  

Aprendizaje espaciado

Dividir los apuntes o el material de lectura en bloques que puedan ser repasados en intervalos de tiempo crecientes, en vez de estudiar todo un mismo día. La idea de esta técnica de estudio es revisar y comprender los componentes por un periodo prolongado, empezando por una hora y saltando consecutivamente un día, una semana o un mes después. La curva del olvido se contrarresta con sesiones de repaso programadas, favoreciendo la capacidad de retención de la memoria a largo plazo y, por ende, completando el aprendizaje. 

Flashcards

Escribir preguntas o conceptos clave de un tema en pequeñas fichas, con la respectiva respuesta o definición al reverso de las mismas. Son de utilidad para memorizar efectivamente fechas, descripciones, vocabulario o fórmulas que se evaluarán en un examen, sin tener que cargar cuadernos con apuntes que puedan resultar confusos. La información, por practicidad, se organizaría en tarjetas portables y de fácil acceso. 

Método Cornell

Una forma de tomar notas es dividir cada página de un cuaderno en tres principales secciones: clase, resumen del tema y preguntas o palabras clave. Para que, al momento de estudiar, sea mucho más sencillo recordar desde la explicación del profesor hasta aquellas dudas que hayan surgido del tema y no fueron resueltas.  

Resumen Feynman

Intentar explicar un tema en voz alta, de manera simplificada y con un lenguaje simple, como si se estuviese presentando a una audiencia que no tiene ningún conocimiento al respecto. Si la persona logra transmitirlo de manera clara y fluida, es una señal de que lo entiende pero también lo domina. 

Integrar alguno de estos 7 métodos de estudio a tu rutina académica te permitirá gestionar eficientemente las exigencias de cada asignatura, o cursos, carrera profesional, diplomados o posgrado, mientras desarrollas habilidades que serán necesarias en tu trayectoria profesional: planificación, aprendizaje autónomo, pensamiento crítico y adaptabilidad. Recuerda empezar poco a poco, probando diversas técnicas hasta encontrar la que mejor se adapte al estilo de aprendizaje personal. La preparación constante y eficiente es la mejor ventaja competitiva de cara al futuro.