Liderazgo e inteligencia emocional

Las emociones de un profesional, incluyendo su actitud, temperamento y estado de ánimo, impactan desde la toma de decisiones hasta la consecución de los objetivos. En esa medida, la inteligencia emocional para un líder es clave para desempeñarse satisfactoriamente en un espacio de trabajo porque refuerza habilidades como la creatividad, el trabajo en equipo y el liderazgo. 

Al interior de cualquier forma de organización las emociones suelen dispersarse y/o contagiarse, por lo que pueden ser un remedio pero también una enfermedad difícil de curar. Como seres humanos somos hábiles observadores y receptores, permitiéndonos interpretar cómo se estarían sintiendo los demás. De hecho, esos influjos inesperados tienen la capacidad de afectarnos directa e indirectamente en distintos niveles.  

Sucede así, por ejemplo, en el entorno laboral porque nos vemos obligados a interactuar y convivir con otras personas. Ahí es donde los líderes ocupan el rol fundamental de guiar a sus equipos de trabajo, precisamente te contaremos cómo influye la inteligencia emocional en el liderazgo especialmente si quieres realizar una especialización o una maestría, las habilidades blandas son base para guía y cumplimiento de objetivos.

¿Cómo influyen las emociones en el liderazgo?

No basta con que un profesional sea talentoso o experto en una materia, las competencias técnicas deben ir acompañadas de inteligencia emocional para fomentar el trabajo colaborativo, disipar los conflictos y canalizar la energía en una dirección productiva. Los empleados son un claro reflejo de sus líderes, lo ideal sería que estos vean, reconozcan y adopten de sus superiores aquello que realmente les sirva para crecer en distintos ámbitos de la vida.   

A este proceso se le llama liderazgo como espejo, es decir, los líderes establecen el tono crítico, emocional y cultural con el que se dirigen a sus empleados moldeando en ellos conductas aparentemente positivas. Aunque no es una sentencia, cuando aplican un trato más empático y asertivo existe una mayor probabilidad de que cada miembro del equipo actúe en la misma sintonía para que el clima laboral sea tanto saludable como productivo para todos. 

Un ambiente laboral que, desde su líderes, promueve un manejo saludable de las emociones ayuda a calibrar los lentes con los que vemos la vida; permitiéndonos ver el lado positivo de cada situación, alentando nuestra creatividad para hacer un uso eficiente de los recursos que tenemos disponibles. Es por eso que liderazgo e inteligencia emocional sí o sí deben actuar en sinergia.    

¿Cuál es el papel de la inteligencia emocional en el liderazgo estratégico?

La Inteligencia emocional para líderes, además de conocimientos técnicos y comunicativos, son más conscientes del impacto que tienen sus palabras y acciones en los demás. A su vez comprenden que su propio contexto emocional marca la diferencia en el aprendizaje, receptividad, toma de decisiones y rendimiento de él o ella como del equipo que le precede. 

En el liderazgo, como en cualquier ámbito de la vida, las emociones cargan información valiosa sobre una persona. Si se gestionan responsablemente facilitan la creatividad y la convivencia, pero cuando pasan a un segundo plano interfieren en la comunicación y desencadenan conflictos.  Un líder estratégico elegiría el camino que beneficia desde el bienestar hasta el desempeño óptimo de su equipo.   

La comunicación para un liderazgo es una habilidad fundamental para el liderazgo estratégico, el tono y la precisión con la que se transmite el mensaje es decisivo para el relacionamiento laboral. Ahora, los líderes deben ser capaces de comunicar noticias tanto positivas como complicadas en las que el rigor no les haga perder la empatía.    

¿Cuál es el proceso de manejo adecuado de las emociones?

Manejar adecuadamente las emociones es un proceso que no se completa de la noche a la mañana, amerita voluntad, esfuerzo y práctica continua. La inteligencia emocional sigue un serie de principios: 

• Autoconciencia para reconocer mis propias emociones y las de los demás, analizando cómo afectan el comportamiento.
• Empatía que permite reconocer y respetar las emociones ajenas, dándose la oportunidad de escuchar activamente.
• Regulación personal de las emociones, conduciendo reacciones y respuestas racionales.
• Habilidades sociales que mejoren la comunicación y el relacionamiento con otras personas, especialmente para escuchar, transmitir mensajes asertivos y resolver diferencias.
• Aprendizaje constante a lo largo de la vida, a través de la experiencia. 

¿Por qué es importante que los líderes regulen sus emociones?

La inteligencia emocional para líderes estratégicos es tan importante como el desarrollo cognitivo o práctico, si lo que buscamos es el desempeño profesional eficaz de todo un equipo de trabajo. Desarrollarla y aplicarla te permitirá crear: 

1. Una comunicación más asertiva y empática, que reduzca la posibilidad de malentendidos.
2. Relaciones laborales más estables que faciliten la colaboración hacia objetivos comunes.
3. Competencias resolutivas de desafíos y conflictos que naturalmente puedan presentarse.
4. Un ambiente inclusivo que abrace tanto la diversidad como las diferencias.
5. Motivación individual y colectiva que alimenta desde la confianza hasta el sentido de pertenencia, reflejándose progresivamente en la productividad.

La inteligencia emocional en el liderazgo es el combustible del comportamiento humano, es por eso que conocerlas, entenderlas y transitarlas nos acerca a un estado de equilibrio que es mucho más satisfactorio que el reconocimiento externo. TEl alma de una organización son las personas, quienes con su talento construyen las bases del futuro. Lo ideal sería brindarles un ambiente laboral en que puedan sentirse cómodas y cuidadas.