¿Es bueno estudiar y trabajar?

La decisión de realizar estudios de posgrado nace normalmente de tu pasión por seguir una trayectoria profesional específica y adquirir nuevas habilidades. Es parte de un sueño que quizá hayas tenido durante años, pero la realidad suele ser menos romántica. Para convertirte en un experto en tu campo, debes dedicar mucho tiempo, y eso tiene un costo.

No es un secreto que, para adquirir experiencia, debes trabajar en el campo que estudiaste en el pregrado, con el fin de practicar lo aprendido y fortalecer las habilidades que te permitirán desempeñarte con seguridad, responsabilidad y criterio.

Cuando consolidas ese conocimiento, ves con mayor proyección tu profesión, por lo que surge la necesidad de realizar un posgrado que te ayude a alcanzar tus metas. Sin embargo, aparece una pregunta: ¿es posible equilibrar los estudios de posgrado con el trabajo? La verdad es que sí, solo necesitas organización.

Domina el arte de la organización

La gestión del tiempo es clave si quieres trabajar y estudiar para equilibrar tus responsabilidades. Todo debe estar dentro de tu horario personal: tus labores, tus tareas académicas y tus compromisos personales.

Programa tus pausas de almuerzo, desplazamientos, gimnasio y demás actividades semanales. Usa un calendario digital sincronizado con todos tus dispositivos. Usa colores distintos para identificar tus áreas: trabajo, hogar, estudios (por materias), vida personal y compromisos sociales.

Prioriza lo que realmente necesita tu atención. Es fácil perder tiempo en tareas innecesarias y descubrir que la mitad del día se ha ido. Tus estudios de posgrado deben ser tu prioridad, seguidos de tus compromisos laborales más importantes.

Sé honesto si te piden que ayudes en algo fuera de sus funciones. Explica amablemente que te gustaría colaborar, pero que no tienes capacidad para asumir más tareas. Establecer límites desde el inicio ayudará a que los demás comprendan tu situación.

Crea tu espacio de trabajo

Gran parte de tu tiempo la pasarás frente al escritorio concentrándose tanto en tus estudios como en tu trabajo. Crea un espacio que fomente tu productividad, limpio y libre de desorden, que te resulte acogedor.

Asegúrate de tener buena ventilación e iluminación. Si alguna vez debes quedarte hasta tarde, la luz adecuada hará una gran diferencia.

Comunícate abiertamente

La comunicación es clave para obtener los mejores resultados. Habla con tu jefe y con tus profesores sobre tu situación.

Perfeccionar tu expresión y escucha también te será útil a largo plazo, especialmente al tratar con clientes o al delegar tareas.

Aprende a investigar por tu cuenta

Con el poco tiempo disponible, debes enfocarte en recopilar información útil para tus trabajos y proyectos. Si estudias mientras trabajas, abre espacios para descomponer contenidos, investigar y analizar percepciones.

Evita depender de otros para obtener información o interpretarla: desarrollar autonomía intelectual te ahorrará tiempo.

Cuando necesites apoyo de compañeros, usa canales de comunicación asincrónicos que no requieren respuestas inmediatas.

Cuida tu cuerpo y tu mente

Mantenerse saludable es esencial. Si estudias mientras trabajas, come bien y haz ejercicio regularmente para conservar tu energía y concentración. Una buena alimentación te permitirá rendir en tus estudios sin descuidar tus labores.

Evita recurrir constantemente a bebidas energéticas, azúcar o cafeína: aunque te ofrecen un impulso temporal, el efecto termina rápido y puede afectar tu bienestar.

Habla con tu jefe sobre el trabajo remoto

El trabajo remoto se ha convertido en una buena alternativa desde la pandemia, pues ahorra tiempo de desplazamiento.

Si trabajas y estudias a tiempo completo, el tiempo es tu recurso más valioso. Conversa con tu jefe sobre la posibilidad de hacerlo desde casa para evitar el tráfico y mantenerte concentrado.

Recuerda tu objetivo final

Trabajar mientras estudias puede parecer un camino interminable, pero con dedicación lograrás tu meta. Tu objetivo es obtener ese título que tanto deseas; por él te estás esforzando.

Mantén siempre tu propósito a la vista para no perder la motivación. Recuerda que la presión que sientes no será eterna y que todo ese esfuerzo dará frutos.

Pros y contras de trabajar y estudiar al mismo tiempo

Además de adquirir experiencia laboral, puedes mejorar tus perspectivas profesionales. Demostrarás a los empleadores que eres decidido y adaptable, incluso si tu trabajo no está directamente relacionado con tu estudio. Aunque compaginar ambas cosas requiere gran organización, resaltará tu ética de trabajo.

Ventajas

Si estudias en el extranjero, un ingreso extra puede financiar tus viajes o experiencias culturales.

Además, adquirir experiencia laboral fortalecerá tu perfil profesional y, dependiendo del país, podrás practicar otro idioma. Esto mostrará tu determinación y capacidad de adaptación.

Desventajas

La principal desventaja es la reducción del tiempo disponible para estudiar, especialmente si trabajas a tiempo completo. Algunas empresas permiten reducir el horario para facilitar los estudios, pero no siempre es posible.

Si sabes que no manejas bien el estrés o la presión, plantéate si vale la pena asumir ambas responsabilidades.

Alternar trabajo y estudio puede ser mentalmente agotador. Si el cansancio te supera, considera detener temporalmente una de las actividades para no sacrificar tu bienestar ni tu sueño profesional.

Antes de lanzarte a estudiar un posgrado y trabajar al mismo tiempo, evalúa tus límites y capacidades. Alcanzar el equilibrio no es sencillo, pero sí es posible con organización, constancia y claridad de propósito.