Durante el mes de octubre, miembros de la comunidad interna de la Universidad El Bosque, entre estudiantes, docentes y administrativos, presentaron síntomas como irritabilidad por no poder comerse un perro de Don Perro; tristeza por no poder ir a estudiar o trabajar junto a su mascota este año, y ansiedad por ese sentimiento de extrañar la Universidad.
Después de varios estudios, se demostró que muchos de los síntomas correspondían a lo que hoy se conoce como Mal de U, es decir, una enfermedad derivada por la nostalgia de extrañar su segunda casa: la Universidad.
La comunidad interna se ha pronunciado con orgullo como portadora de este mal, comentando en redes sociales: “declaremos con honor lo infelices que nos hace no poder estar en nuestro segundo hogar... pero sabemos que el antídoto para este mal está por llegar”, tal como fue posteado por una de las administrativas de la Institución.
A ellos, se han sumado distintos aspirantes de la Universidad, en cuyo caso los síntomas están relacionados por la ansiedad de no poder conocer todos los espacios de la Universidad en la cual quieren matricularse, la incertidumbre de no saber cuál camino seguir al graduarse del colegio y la tristeza de no poder contar con toda la información para tomar una de las decisiones más importantes de sus vidas.
Al respecto, las directivas de El Bosque comentan que ya se está trabajando en un antídoto para el Mal de U, “una experiencia que ayudará a contrastar los efectos de los enfermos de nostalgia mientras podemos volver a encontrarnos presencialmente y una alternativa para aquellos que quieren entrar a estudiar con nosotros quienes tendrán la oportunidad de conocer los espacios que queremos presentarles y que nos hacen sentir orgullosos de nuestra Universidad”.
