Podrás absorber y aprovechar la energía de la tierra con la ayuda de tu imaginación. La sangre circulará por tu cuerpo y te calentará.
1. Separa los pies ligeramente.
2. Abre bien los brazos hacia los lados y hacia abajo, con los dedos de las manos apuntando al suelo.
3. Cierra los ojos.
4. Siente cómo la fuerza de la tierra traspasa las plantas de los pies y las palmas de las manos y se reparte por tu cuerpo.
5. Imagínate que eres un árbol que absorbe la energía de la tierra.
Al practicar este ejercicio, imagina que tus pies echan profundas raíces en la tierra.