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Estas son las amenazas que sufren los parques nacionales de Colombia

Estas son las amenazas que sufren los parques nacionales de Colombia

Colombia ha estado a la vanguardia de la gestión ambiental en América Latina durante las últimas décadas. Fue uno de los primeros países de la región en organizar la administración ambiental a lo largo de los límites de las cuencas hidrográficas, poner a prueba un sistema de impuestos a la contaminación, exigir evaluaciones de impacto ambiental para grandes proyectos de construcción e institucionalizar recursos legales contra los contaminadores, así como territorios de conversación en los llamados parques nacionales.

Sin embargo, Colombia aún enfrenta serios desafíos ambientales y de recursos naturales. Los principales centros urbanos sufren una grave contaminación del aire, muchos de los ríos más grandes del país están severamente contaminados, la mayoría de los desechos sólidos y peligrosos se vierten ilegalmente o en instalaciones sin controles ambientales adecuados y la agricultura, la ganadería y la tala han contribuido a la rápida deforestación y degradación del suelo.

 

Deforestación, el enemigo número 1 de los parques nacionales

Durante los últimos años, la Amazonía colombiana se ha visto más afectada por la deforestación que cualquier otra región del país, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM). 

El informe de 2020 del instituto encontró que más de 150 mil hectáreas (alrededor de mil quinientos kilómetros cuadrados) fueron deforestadas en Colombia en 2019. De esa pérdida de bosques, casi 100 mil hectáreas, o en otras palabras el 62 % de la cifra, ocurrió en el Amazonas. 

Esta cifra alarmante solo recalca la urgencia de articular los actores públicos y privados en la toma de decisiones en beneficio de los recursos naturales en los territorios con potencial biológico, como lo es esta zona del país y pulmón de la humanidad. 

 

Minería ilegal: no todo lo que brilla es oro

La minería ilegal de oro está devastando los bosques de Colombia a un ritmo alarmante, según el informe de 2019 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

El informe advierte que el 48 % de todas las actividades ilegales se realizan dentro de los parques nacionales del país. Entre los más afectados están Parque Nacional y Natural, PNN, Puinawai que cubre los departamentos de Guainiía, Vichada, Vaupés, Guaviare y Caquetá y PNN Paramillo en Antioquia y Córdoba. También figura en la lista el PNN Farallones, en el Valle del Cauca, con una pérdida de superficie de 98.000 hectáreas, de las cuales 47.000 son vitales para preservar la biodiversidad en peligro de extinción.

 

Cultivos ilícitos, invasores de parques nacionales

Investigaciones de los últimos tres años realizadas por medios noticiosos sostienen que las áreas protegidas del país y los parques nacionales, ricos ecológicamente, siguen siendo refugios seguros para los grupos criminales que buscan producir cocaína y desarrollar otras economías criminales.

Un total de 17 de los 59 parques nacionales de Colombia albergan a grupos ilegales, incluidos el Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los Urabeños y el Ejército Popular de Liberación (Ejército Popular de Liberación - EPL), de acuerdo al diario El Colombiano (2019).

Y aunque las agenda de los últimos gobiernos establecen que se han realizado acciones para frenar esta situación, a la fecha, un aproximado de 5 millones de hectáreas podrían estar bajo influencia criminal, lo que dificulta la gestión ambiental y conservación de ecosistemas y territorios. 

 

Muchos de los bosques, ríos y otros recursos naturales del país fueron gravemente degradados o destruidos durante el conflicto y hoy en día continúan enfrentando desafíos que entorpecen el desarrollo de una adecuada gestión ambiental en cada región, en gran parte debido a la falta de claridad sobre a quién pertenecen o pertenecieron. 

Todavía los recursos naturales se consideran más como fuentes de ingresos que como fuentes de vida para las personas, las plantas y los animales. Ingresos por la venta de coca y otros cultivos ilegales, madera extraída de manera no sostenible, petróleo, gas y más formas de explotación que afectan la conservación de los parques nacionales. Conoce cómo hacerle frente a esta realidad.

 

Al igual que los parques nacionales en todas partes, los de Colombia enfrentan amenazas de deforestación, fragmentación, sobreexplotación, contaminación, especies invasoras y cambio climático.

Lo anterior destaca la necesidad de contar con equipos de profesionales interdisciplinares que no solo valoren el medio ambiente, los recursos naturales, la biodiversidad y la fauna que debemos conservar como país beneficiado de ello, sino que se preparen para gobernar áreas protegidas y ejercer una adecuada gestión de recursos biológicos.  

De allí la relevancia de maestrías ambientales como la Maestría en Gobernanza en áreas protegidas y recurso biológico que ofrece la Universidad El Bosque, la cual fundamenta su denominación en la responsabilidad social que promueve el relacionamiento con los diversos actores que concretan las decisiones, acciones reguladoras del ordenamiento, sostenibilidad de las áreas protegidas en las zonas de interés para la conservación de la biodiversidad del territorio nacional. 


Gracias a su formación, los egresados de este programa se desempeñarán en campos de la investigación, tecnología, proyección social, administración de recursos naturales, conservación de los ecosistemas y gerencia de proyectos para la diversificación en el campo de acción, de tal forma que su desempeño será requerido y necesario en entidades que busquen garantizar el cuidado y futuro de parques nacionales.