El atractivo reto de investigar en el Semillero de Danza Contemporánea

A través de la exploración del cuerpo humano, los estudiantes del Semillero de Danza Contemporánea, promovido por el Programa de Arte Dramático y la Facultad de Creación y Comunicación de la Universidad El Bosque, han mostrado el desafío que implica investigar para todas las disciplinas que no son consideradas una ciencia exacta y que requieren, como todos sus miembros, un profundo conocimiento del cuerpo y el deseo de sumergirse en símbolos y significados para crear un diálogo entre lo físico y lo racional.

Con los productos de la investigación como la obra Anagnórisis versión de la tragedia de Medea y Prometheus Libitum, el Semillero de Danza Contemporánea ha profundizado en la indagación de un modelo de transposición de textos dramáticos a un lenguaje danzado, usando como principal insumo el cuerpo y profundizando en esta área con pocos referentes teóricos específicos para la danza.

Sus obras, muestra de sus resultados, les han permitido representar a la Universidad a nivel nacional e internacional, así como desarrollar una investigación desde la cual se proponen reflexiones entre el teatro, la literatura y la danza.

Te puede interesar: Vive la Semana Cómica del Programa de Arte Dramático

La trayectoria de estos semilleros inició en el año 2015, generando propuestas para la ejecución de un proceso de transposición de lenguajes, especialmente aplicado al terreno artístico, desde la puesta en escena dramatúrgica-teatral hacia una escenificación dancística. Un desafío nada fácil, pero atractivo para los artistas.

“Esta experiencia se ha convertido en un encuentro interdisciplinar que nos ha permitido encontrar una ruta efectiva para llevar nuestros intereses comunicativos hacia el lenguaje de la danza contemporánea”, comenta Leonardo Useche, miembro fundador del Semillero.

En el camino se han encontrado con el reto de hacer trascender el conocimiento implícito en el arte, un compromiso que les ha generado muchos aprendizajes “al entenderse a sí mismos como un recinto vivo para la investigación y superar limitaciones como que, en comparación con otras disciplinas científicas, el campo que estudiamos es nuestro propio cuerpo”, agrega Useche.

La asesora del Semillero, Mónica Osma, comenta al respecto que la intención inicial era “explorar y brindar la posibilidad de gestionar investigación con bases sólidas desde el Programa de Arte Dramático y la Facultad de Creación y Comunicación, mostrando que los artistas también pueden ser investigadores teóricos, que sistematizan y son disciplinados con su proceso de creación”.

Una mirada distinta, nuevas expresiones corporales y perspectivas innovadoras influyen en este universo investigativo, desde el cual sus miembros envían el mensaje de que sí es posible investigar, es agradable hacerlo y, para ello, es necesario creer en uno mismo y apropiarse de su objeto de investigación.

¿Quisieras formar parte del semillero? Escribe un correo a: osmamonica@unbosque.edu.co