Trabajamos con Zipaquirá en aportes para su plan de desarrollo

La Universidad El Bosque presentó ante la Alcaldía de Zipaquirá un conjunto de iniciativas académicas y técnicas orientadas a aportar al cumplimiento de las metas de producto del Plan de Desarrollo Municipal 2024–2027. En esta jornada, liderada por nuestro rector, Dr. Miguel Ruiz Rubiano, y el alcalde, Dr. Fabián Rojas, nos reunimos con secretarías, equipos técnicos y dos estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas para dialogar sobre las apuestas, necesidades del territorio y las capacidades que podemos poner al servicio de la comunidad zipaquireña.

Desde nuestras facultades, socializamos propuestas que, si bien no constituyen proyectos aprobados, expresan nuestra disposición y compromiso de contribuir al fortalecimiento de los sectores priorizados por el municipio. Estas alternativas serán estudiadas por las secretarías en las mesas técnicas, donde se revisará su pertinencia, alcance y posibilidad de articulación con las metas del Plan de Desarrollo “Zipaquirá Cree, Protege y Avanza”.

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En este espacio, el alcalde destacó la importancia de consolidar un trabajo conjunto entre la academia y la administración pública. “Este es el segundo paso en la construcción de un engranaje institucional que nos permitirá servir mejor a la ciudadanía. Agradecemos la disposición de la Universidad El Bosque, de sus decanos, decanas y de su rector, por abrir este diálogo que nos ayudará a estructurar acciones más claras y pragmáticas para los próximos dos años”, señaló. Agregó que las mesas técnicas continuarán su desarrollo durante el primer semestre del próximo año, como parte del cronograma establecido.

Aportes académicos para fortalecer los sectores clave del municipio

A lo largo del encuentro presentamos aportes construidos desde nuestras aulas, laboratorios y grupos de investigación. Por ejemplo, en educación, abrimos la conversación sobre acompañamiento a procesos pedagógicos, formación docente, iniciativas de bilingüismo y acciones orientadas a fortalecer el bienestar emocional en las comunidades educativas. Desde la Facultad de Psicología, socializamos propuestas sobre salud mental, prevención de violencias y atención psicosocial dirigidas a estudiantes, docentes y familias acordes la priorización del municipio.

En el eje de salud, las facultades de Medicina, Enfermería y Odontología plantearon iniciativas que podrían fortalecer la atención primaria, la caracterización de determinantes sociales, la promoción de hábitos saludables y la formación del talento humano. También expusimos perspectivas en vigilancia epidemiológica, prevención de enfermedades y enfoques diferenciales para poblaciones específicas, en coherencia con las prioridades del Plan Territorial de Salud.

El desarrollo económico y rural también ocupó un lugar relevante. Desde la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas y la Facultad de Ingeniería, exploramos alternativas para impulsar el emprendimiento, promover la economía circular, acompañar asociaciones campesinas y fomentar la sostenibilidad en unidades productivas. Estas líneas se conectan con los programas orientados a dinamizar la productividad agropecuaria, potenciar el turismo de naturaleza y ampliar oportunidades para jóvenes y mujeres rurales.

En este punto, la secretaria de Desarrollo Económico y Turismo, Dra. Brigith Lorena Obando, subrayó la importancia de articular esfuerzos para ampliar el crecimiento empresarial en el municipio. “Nuestro objetivo es que los emprendimientos locales puedan consolidarse, crecer y convertirse en unidades productivas sostenibles. Muchas iniciativas surgen desde la experiencia empírica y requieren formación y acompañamiento para proyectarse más allá del municipio”, afirmó.

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La funcionaria resaltó también el papel del Fondo Progresa, que apoya a emprendedores y empresarios con recursos para el desarrollo y maduración de sus iniciativas. Explicó que las alianzas con universidades permiten avanzar con mayor rigor técnico y que más habitantes —jóvenes, adultos mayores, artesanos y trabajadores tradicionales— accedan a espacios de formación que antes les eran inaccesibles. 

“Para muchas personas, participar en estos procesos y recibir certificación académica representa un impulso para crecer, formalizarse y sentirse orgullosos de su oficio”, añadió.