Este ejercicio reafirma la musculatura del vientre, tonifica las rodillas, las piernas y las caderas, y alivia los dolores de cuello y espalda.
1. Abre las piernas y gira el pie izquierdo ligeramente hacia fuera.
2. Pon los brazos en posición horizontal bien extendidos hacia los lados.
3. Inclínate hacia la izquierda y hacia abajo hasta que el pulgar y el índice de la mano izquierda toquen el tobillo.
4. Estira el brazo derecho hacia arriba.
El pecho se expandirá y la respiración será más intensa. Te abrirás y te sentirás mucho más ligero y alegre.
1. Abre las piernas, estíralas y ponte de puntillas.
2. Al mismo tiempo, estira los brazos lateralmente en forma de “V”.
3. Las palmas de las manos miran hacia arriba.
4. Tensa los músculos del vientre.
5. Siente la tensión de tu cuerpo.
6. Respira profundamente, sonríe y crece -hasta el cielo-.
7. Disfruta de la levedad del ser.
Libérate de la frustración y el estrés entrenando la musculatura de las piernas y la estabilidad corporal.
Además de la espalda, con este ejercicio también se fortalecerá el vientre, las piernas, los glúteos y los brazos.
1. Abre las piernas a la anchura de las caderas.
2. Flexiona las piernas despacio.
3. Al mismo tiempo, extiende los brazos hacia delante a la altura de los hombros.
4. Mantén la posición un instante. Las palmas de las manos deben mirar hacia adentro.
5. Vuelve a estirar las piernas y baja los brazos.
6. Repite el ejercicio 10 veces.
Podrás absorber y aprovechar la energía de la tierra con la ayuda de tu imaginación. La sangre circulará por tu cuerpo y te calentará.
Las caricias tienen un efecto relajante y alivian el dolor. Con la práctica de este ejercicio sentirás más seguridad y confianza en ti mismo.
1. Puedes realizar este ejercicio de pie o sentado.
2. Pon la mano derecha sobre el pecho izquierdo.
3. El brazo izquierdo debe colgar relajado al lado del cuerpo.
4. Siente cómo el calor de la mano fluye hasta tu corazón y se reparte por todos los órganos internos.
5. Mantén un momento la posición.
6. Realiza el ejercicio con la otra mano.
Relax inmediato para el cuello: con este ejecicio repirarás mejor, te sentirás más fresco y podrás volver a pensar con claridad.
Este ejercicio ayuda a intensificar la respiración, fortalece la espalda y en general el torso. Al respirar profundamente se combate el estrés.
Este ejercicio te ayudará a estar más activo y a sentirte en plena forma.
Esta es la mejor cura rápida para la espalda. Con este ejercicio reforzará las vértebras y la musculatura de la espalda y prevendrá problemas de columna.